Un caso clásico de la interpretación freudiana de los sueños fue el de Sergei Pankejeff , noble ruso que fue paciente de Sigmund Freud entre 1910 y 1914.
Su historia de dio a conocer a través del ensayo : "De la historia de una neurosis infantil”, del propio médico vienes.
Sus problemas nerviosos incluían incapacidad de defecar sin ayuda de un enema, la sensación de hallarse separado del mundo y en una depresión crónica.
El análisis de Freud se centró en un sueño que Pankejeff había tenido de niño y que relató en los siguientes términos: "Soñé que era de noche y estaba recostado en mi cama cuando de pronto, se abrió sola la ventana y vi, con gran sobresalto, que en las ramas del grueso nogal que se alza ante la ventana había encaramados unos cuantos lobos blancos.
Eran seis o siete, blancos y parecían más bien zorros o perros pastores, pues tenían grandes colas como los zorros y enderezaban las orejas como los perros cuando notan algo.
Presa de horrible miedo, sin duda, de ser comido por los lobos, empecé a gritar... y desperté.
Mi niñera acudió para ver lo que me pasaba, y tardé largo rato en convencerme de que sólo había sido un sueño: tan clara y precisamente había visto abrirse la ventana y a los lobos posados en el árbol.
Por fin me tranquilicé sintiéndome como salvado de un peligro, y volví a dormirme. El único movimiento del sueño fue el de la ventana abierta, pues los lobos permanecieron quietos en las ramas del árbol, a derecha e izquierda del tronco, mirándome.
Parecía como si toda su atención estuviera fija en mí. Creo que fue éste mi primer sueño angustioso. Tenía por entonces tres o cuatro años. Desde esa noche hasta mis once o doce años siempre tuve miedo de ver algo terrible en sueños."
El análisis freudiano, realizado a través de la asociación libre de Pankejeff, lo llevó a concluir que el sueño era la manifestación de un recuerdo reprimido: de niño había visto a sus padres copular en la misma posición que toman los perros para hacerlo.
El sueño de los lobos, según Freud, contenía diversos elementos relacionados con esa escena y le sirvió para probar la validez de su teoría psicoanalítica con algunos conceptos clave como los de catarsis e inconsciente.
También se convirtió, según él en un medio efectivo para conseguir la cura del paciente, en 1918.
Este éxito freudiano, sin embargo, fue cuestionado por autores como Gilíes Deleuze y Félix Guattari, quienes criticaron el reduccionismo de la interpretación, y por el propio hombre de los lobos.
Entrevistado en la década de 1970 por la periodista Karin Obholzer, Pankejeff aseguró: "Todo es una catástrofe. Me encuentro en la misma situación que antes de ir a consultarlo y él ya no está".
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